El jabón de glicerina con avena, miel y vitamina E es una excelente opción para cuidar la piel de una manera natural y nutritiva. Estas son algunas de las propiedades de cada uno de estos ingredientes y cómo trabajan en conjunto para beneficiar tu piel: Propiedades del Jabón de Glicerina con Avena, Miel y Vitamina E: 1. Glicerina: Hidratación y Suavidad Glicerina es un humectante natural que atrae la humedad del ambiente hacia la piel, ayudando a mantenerla hidratada y suave. Además, protege la barrera cutánea, evitando la pérdida de agua, lo que es especialmente útil para pieles secas o sensibles. La glicerina también tiene un efecto calmante, lo que la hace adecuada para pieles irritadas o que necesitan una hidratación profunda sin causar irritación. 2. Avena: Exfoliación Suave y Propiedades Calmantes La avena es un ingrediente muy suave y calmante para la piel. Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a aliviar la irritación o la comezón en la piel, lo que lo convierte en un excelente ingrediente para pieles sensibles. Exfolia suavemente, eliminando las células muertas de la piel sin ser abrasiva, lo que la hace perfecta para pieles delicadas o para uso diario. También es muy eficaz para reducir la inflamación y es un buen aliado para tratar afecciones cutáneas como el eczema o la dermatitis. 3. Miel: Hidratación y Propiedades Antibacterianas Miel es un humectante natural que ayuda a atraer la humedad hacia la piel y a mantenerla hidratada durante todo el día. También es rica en antioxidantes, lo que ayuda a combatir el daño de los radicales libres y a proteger la piel del envejecimiento prematuro. Tiene propiedades antibacterianas y antisépticas, lo que la convierte en un ingrediente ideal para combatir imperfecciones y limpiar la piel, ayudando a mantenerla libre de bacterias y otros contaminantes. La miel también tiene un efecto calmante y reparador, lo que es excelente para pieles irritadas o con rojeces. 4. Vitamina E: Protección y Regeneración de la Piel Vitamina E es un potente antioxidante que ayuda a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres y la exposición al sol, reduciendo los signos del envejecimiento, como las arrugas finas y las manchas. Estimula la regeneración celular, lo que ayuda a reparar la piel dañada y mejorar su elasticidad y firmeza. Además, la vitamina E tiene propiedades hidratantes, ayudando a suavizar la piel y a prevenir la sequedad. Beneficios del Jabón de Glicerina con Avena, Miel y Vitamina E: Hidratación profunda: La glicerina, la miel y la vitamina E trabajan en conjunto para mantener la piel hidratada, suave y bien nutrida. Exfoliación suave: La avena proporciona una exfoliación ligera y no irritante, eliminando células muertas de la piel y ayudando a que la piel respire mejor. Propiedades calmantes: Gracias a la avena y la miel, este jabón es ideal para pieles sensibles, irritadas o con afecciones como eczema o dermatitis. Suaviza y alivia la piel sin causar molestias. Antioxidante y reparador: La vitamina E y la miel ayudan a combatir el daño celular, protegen de los efectos del envejecimiento y regeneran la piel, dejándola más saludable y con un aspecto más joven. Antibacteriano: La miel aporta propiedades antibacterianas, lo que ayuda a prevenir infecciones y mantiene la piel limpia y libre de bacterias. Mejora la elasticidad: La vitamina E ayuda a mantener la piel firme y elástica, lo que puede prevenir la formación de arrugas finas y mejorar la apariencia general de la piel. ¿Para qué tipo de piel es adecuado? Piel seca o sensible: La combinación de glicerina, miel y avena es ideal para pieles secas, ya que proporciona hidratación profunda sin ser irritante. Piel irritada o con afecciones cutáneas: Si tienes piel sensible, con enrojecimiento o afecciones como eczema, la avena y la miel ayudarán a calmar la piel y reducir la inflamación. Piel madura o con signos de envejecimiento: La vitamina E ayuda a combatir los signos del envejecimiento, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel. Cómo usarlo: Este jabón es perfecto para el uso diario, ya sea en la cara o el cuerpo. Puedes usarlo para limpiarte en la ducha o como un limpiador facial suave, especialmente si tienes la piel más seca o sensible. Si usas este jabón en la cara, es especialmente útil para mantener la piel suave, hidratada y limpia, ayudando a reducir la inflamación y a prevenir brotes o resequedad. Resumen: El jabón de glicerina con avena, miel y vitamina E es una excelente opción para quienes buscan un producto natural y suave que hidrata, exfolia, calma y protege la piel. Es ideal para pieles secas, sensibles o maduras, y también ayuda a mantener la piel más joven, suave y libre de impurezas. Si estás buscando un jabón que nutra profundamente tu piel mientras te proporciona un cuidado calmante, este es una excelente opción. INGREDIENTES: NaOH, Aceite de coco, Glicerina ,Azúcar, H2O, Avena, Miel, Vitamina E.
Los jabones están elaborados artesanalmente, con ingredientes 100% naturales, libres de sulfatos, siliconas, parabenos y conservantes. Por todo esto es aconsejable su utilización en los tres meses posteriores a la fecha de compra. También están exentos del maltrato animal.
Debido a que nuestros productos se elaboran de manera artesanal, pueden llegar a presentar ligeras variaciones en sus tonos, formas y gramajes, siendo sus ingredientes, propiedades y aromas los mismos.
Modo de empleo:
Humedecer y frotar la pastilla de jabón hasta generar la espuma deseada. dejar actuar en la piel del cuerpo o rostro durante unos instantes y aclarar con agua.
Conservación:
Almacena el jabón en un lugar seco, alejado del calor y de la luz. En un lugar donde pueda secarse entre usos y no acumule agua. Si te encuentras de viaje y quieres guardarlo después de su uso, puedes secar suavemente con una toalla. Abrir el recipiente para que el jabón, pueda orearse.
Precauciones:
Evitar el contacto con los ojos y mucosas. Si entra en contacto con los ojos pueden irritarse ligeramente. En este caso, aclarar los ojos con abundante agua. Si derivado directamente después de su uso, notase irritación o problemática en la piel no seguir utilizando y consultar a un profesional.